¿Qué tienen que ver un patólogo y una famosa estrella del rock? Aunque aparentemente ambas profesiones no estén muy relacionadas entre sí, se han combinado para la ocasión con objeto de subrayar el papel de la medicina diagnóstica y, de paso, contribuir a causas caritativas.
Todo empezó cuando el patólogo Michael Misialek, del Newton-Wellesley Hospital de Massachusetts, compró un cuadro pintado por Robby Krieger, guitarrista del mítico grupo The Doors y, acto seguido, lo subastó con la idea de recaudar fondos para una organización benéfica. Krieger, que cumplió 78 años el pasado 8 de enero, sigue ofreciendo conciertos en Estados Unidos, muchos de ellos con el filantrópico propósito de reunir dinero para proyectos de salud pública.
El compositor de la canción Light My Fire se interesó por la patología tras superar una lesión pulmonar diagnosticada como melanoma metastásico. Noticias como esta encienden el fuego de nuestra pasión por la Medicina.
Pilar Díaz, presidenta de CTO.