La preparación del EIR es una carrera de fondo para la que hay que entrenar dosificando las fuerzas con el objetivo de poder dar todo en la prueba final. Como toda maratón, en la preparación pasamos por varias etapas, algunas mejores (cuando hacemos un buen simulacro) y algunas peores (como estudiar en verano).
Este año nos toca de cerca, por suerte o por desgracia, enfrentarnos a una preparación inusual, pues debido al coronavirus no sabemos muy bien cuándo podremos demostrar lo buenísimos que somos en esto del EIR. Si nos decantamos por la parte de “por desgracia”, podríamos hundirnos en la miseria pensando que queda muy lejos el examen y que a saber cuándo se será… Pero nosotros nos vamos a decantar siempre por la parte de SUERTE, y es que es toda una suerte tener un par de meses más de preparación (en el caso de que el examen sea finalmente en abril-mayo, que no lo sabemos). Esto nos permite aprovechar el verano para sacar algo de dinerillo trabajando y aprendiendo, le damos tiempo al ministerio para que se piense lo necesarios que somos los ESPECIALISTAS y a las unidades docentes para acreditar nuevas plazas y que el año que viene por fin se piensen en incluir la especialidad de críticos y urgencias.
Pero, ¿cómo me enfrento a un verano de estudio? ¿Trabajar sí o no?
Dicen que para gustos los colores, y que en la variedad está el gusto, y decimos esto porque habrá quienes sea su primer EIR y su primer verano como enfermeros, pero también están aquellos que es segunda o tercera vez o tienen familia, años de trabajo y han decidido apostar este año por la especialidad. Pues siguiendo con el refranero, en el término medio está la virtud.
Este año es un buen año para compaginar trabajo y estudio, pues al alargar en el tiempo la preparación, hemos pensando en vosotros para que podáis hacer ambas cosas sin problema. Así que no tenéis excusa para dar todo y sumar netas durante el verano.
Para aquellos que sólo os dedicaréis al estudio, es recomendable tener períodos de descanso, aflojar un poco el ritmo y poder disfrutar de la familia y amigos. Sabéis que con el cambio de vuelta tenéis una semana de vacaciones, pero en vuestra planificación y organización queda que os la toméis en esa fecha o si queréis hacer un viaje, podéis hacer un trueque de semanas de estudio-vacaciones.
Una buena rutina de estudio para esta modalidad de preparación sería usar la mañana que estamos más despiertos para estudiar la asignatura, parar sobre las 12-13h y dedicar un par de horas al descanso, piscina, comer, lectura… y volver sobre las 16-17h a la corrección de simulacros, visualización de clases, repaso de esquemas… que conllevan un menor agotamiento mental. Como sabemos que vais a ir genial, a las 20h es buena hora de hacer deporte o salir a pasear para consolidar lo aprendido durante el día, así como aprovechar para oxigenar la mente.
Para la modalidad de futuros residentes que vais a trabajar, no es imposible ni debe suponer un gran sacrificio el estudio durante estos meses de planes. Con voluntad y perseverancia todo es posible, pues no se trata de dedicar más horas de estudio, si no de aprovechar bien el tiempo que se emplea para ello.
En este caso, si tienes un fijo de mañanas o de tardes, usaríamos lo que os quede libre para el estudio, reservando el domingo para el descanso absoluto. Si algún día quieres hacer una barbacoa, una escapada, o un evento, puedes cambiar siempre el día de descanso a otro día de la semana que te venga mejor, pero no te olvides de tomarte un día completo para ti y para desconectar (ese día no vale trabajar). En este grupo lo más complicado (según nuestra experiencia) es dominar el cansancio de los madrugones, pues si estamos de mañanas madrugamos y después de comer apetece siesta (tómatela sin remordimientos pues aprovecharás las horas que dediques al estudio muchísimo mejor), y si estamos de tardes no nos quedará otra que madrugar para poder aprovechar las mañanas de estudio (en este caso las tardes si son movidas en el trabajo se llevan algo mejor).
La tercera modalidad sería la de trabajo, pero con doblajes y noches. Evidentemente el día de las 12 o 14h no vas a poder estudiar, a no ser que estés en un sitio que te permita un poco hacer test, o repasar esquemas… y la noche nos deja un poco off, pero después de un par de horas de sueño podréis volver a la carga por la tarde.
Por último, tenemos la modalidad de familia + trabajo+ EIR. Tenéis mucho ganado con la decisión de apostar por el EIR, pues serán pocas las horas en las que encontréis paz y tiempo para estudiar, pero es un modo de evasión de lo cotidiano, que estamos seguros que os harán dar el 200%.
El verano es duro, es tiempo de rechazar muchos planes, pero recordad que no se trata ni de pegarse el verano de vuestras vidas sin pisar la casa, pero tampoco de vivir el verano entre 4 paredes. Con organización, paciencia y una buena planificación hay tiempo para todo, para disfrutar de las terrazas, para avanzar en el temario, para sumar netas y para aprender de lo bella que es la profesión que habéis elegido.
Además, no olvidéis que tenéis la figura del tutor para ayudaros a aclararos y a organizaros, que os acompañarán siempre en las buenas y en las malas, y que estarán ahí todo el verano para lo que necesitéis.