El trabajo de los profesionales enfermeros no solo se limita al ámbito sanitario. Últimamente, también se dedican a echar una mano a las galerías de arte. Este es el caso de una altruista enfermera ucraniana de Manhattan (su identidad permanece anónima) que, tras enterarse de que el prestigioso Metropolitan Museum of Art estaba organizando una exposición de pintura sobre el artista afroamericano Jacob Lawrence, varias de cuyas obras se consideraban perdidas, se dio cuenta de que, en una pared de su apartamento, colgaba un cuadro que respondía al estilo del autor y llamó rápidamente al museo. Al no recibir respuesta, la enfermera decidió presentarse en la pinacoteca y explicó el caso. Esa misma noche, tres especialistas del museo se trasladaron a su casa para examinar la obra, que resultó ser auténtica. Como puedes ver, tus compañeros de vocación son tan extraordinarios que hacen las cosas literalmente “por amor al arte”.