No sé si alguna vez has visto la pintura titulada “Nurse”, realizada por el artista japonés Takeuchi Keishu en 1887. Esta lámina representa a una enfermera vestida primorosamente de blanco mientras riega una planta. De fondo, se puede ver un barco hospital que simboliza la apertura internacional del país. Tras la Revolución Meiji, Japón abandona su régimen feudal para modernizarse. Con la fundación de la Cruz Roja Japonesa, prolifera el número de mujeres japonesas que desean convertirse en enfermeras, muchas de ellas atraídas por las historias narradas en los libros de texto sobre Florence Nightingale y su destacado papel en la Guerra de Crimea.
Al igual que la enfermera de la pintura, estás regando el que será tu radiante futuro en una profesión que te ha elegido como uno de sus representantes. Dentro de poco, te convertirás en lo que los japoneses llaman “nasu” y tú llamas “vocación”.