La has visto numerosas veces en la televisión admirando el escaparate de la joyería Tiffany’s y seguramente es una de tus actrices favoritas, pero tal vez no sepas que Audrey Hepburn sirvió como enfermera voluntaria en un hospital de Holanda durante la Segunda Guerra Mundial con tan solo 16 años. Hepburn interpretaría posteriormente a la enfermera belga Marie-Louise Habets, en cuya vida se inspiró la película “Historia de una monja”, estrenada en 1959. El de Audrey no solo era un rostro angelical, sino que estaba perfectamente sintonizado con un gran corazón. La mítica actriz también fue galardonada con el premio Sigma Foundation a la Excelencia en Enfermería por su significativa contribución a la salud y el bienestar infantil como embajadora de la UNICEF. En palabras de Audrey: “Dar es vivir. Si dejas de querer dar, no hay nada más por lo que vivir”. Un ejemplo inspirador para tu profesión.
Pilar Díaz, presidenta de CTO.
