Lo más frecuente es encontrarse con figuras destacadas del mundo de la cultura que trabajaron en el ámbito de la enfermería antes de dedicarse a la profesión por la que son conocidas en todo el mundo.
En el caso de Alberta Hunter, ocurre justo lo contrario. Después de haberse convertido en una de las cantantes de jazz y blues más influyentes del siglo XX, abandonó su carrera musical para trabajar como enfermera durante veinte años. Al jubilarse en el Goldwater Memorial Hospital de Welfare Island, Alberta tenía realmente 82 años, ya que se había quitado 12 años al ser admitida en el centro y el hospital permitió que trabajara hasta los 70. En palabras de Alberta:
“Cuando me jubilaron en el hospital, me sentí tremendamente herida. Intentaba ser buena con los pacientes y, si estaban inquietos, me quedaba a tranquilizarlos antes de irme a casa”.
Palabras de una mujer extraordinaria.
Pilar Díaz, presidenta de CTO.