No sé bien cómo surgió, las musas a veces son caprichosas. Alguien comentó que en el cambio de vuelta los estudiantes olvidan mucho de lo aprendido y yo no soy capaz de constatar un problema sin pensar en la solución. Así fue cogiendo forma la idea de un repaso fin de vuelta. Del «programamos varios días para que den un vistazo rápido a lo más importante», al » ¿y si les pedimos a los profesores que sean ellos mismos quienes guíen ese repaso?».
Como ya empieza a ser costumbre en CTO, había que buscar dar un nombre a esa actividad. Un nombre a la altura de la ocasión, una denominación que reforzara la categoría de «especial» pretendida. Lo vimos muy claro: nuestros profes son «estrellas de la pizarra», iban todos en un mismo cartel, de actuación top en actuación top… Era como un festival indie, pop, rock o como se quiera. Un macroconcierto. ¿Inventarse nombres de canciones y escenarios para darle una estética acorde? Eso no es problema, es uno de los hobbies preferidos de quien esto escribe.
Y así fue. Esperando conseguir algo razonablemente aceptado lanzamos nuestro primer macroconcierto y, tal y como nos está pasando en estos años, la respuesta superó cualquier expectativa. Fue un éxito. Los alumnos valoraron enormemente ese «fin de vuelta» y ya decidimos incorporarlo al Método CTO.
Pero las criaturas no sólo crecen por el cuidado de sus «padres», sino también de abuelos, titos y resto de familia. Al programar el macroconcierto de final de segunda vuelta (el de Navidad: MIRry Christmas Concert), Felipe, brillante y excelente persona al que ya quiero como un hermano pequeño de edad y enorme de cerebro, propuso: «Fernando, tú eres cardiólogo, ¿por qué no hacemos juntos el macro de Cardio?». A mí me tocan las palmas y se me va el cuerpo solo, ya nos vamos conociendo: «Por supuesto, me encanta la idea». Pero no contaba con que los demás profesores también han sintonizado el «rumba-samba-mambo» de la vocación alimentada con combustible de ilusión y un punto de locura. «¿Vamos todos?». Y con la brillantez que da la simpleza, surgió un macroconcierto de entrevistas, con un tono científico pero con escamas de intimismo y al perfume de inocente gamberrismo. La consecuencia final, un clásico que nos ha hecho disfrutar y aprender a la vez. Al menos a los profesores y a mí mismo. Y por lo que hemos visto, un éxito de público y crítica.
¿Evolucionará y mejorará? ¿O se estancará y terminará volviéndose predecible y aburrido?. La respuesta es: ¿no nos conocéis ya lo suficiente?
Aquí podéis acceder al playlist del último macroconcierto.
Fernando de Teresa, director académico de CTO Medicina